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Una carrera internacional no es un lujo

Una Carrera internacional no es un lujo

Estudiar en el extranjero no es un lujo inalcanzable. Sin duda esto fue así en el pasado, pero los tiempos han cambiado y en Europa la educación se ha democratizado desde hace mucho. Además, el hecho de formar parte de la Unión Europea hace que podamos movernos por los 26 países miembros prácticamente con las mismas posibilidades que los ciudadanos de cada país que conforman la UE.

 

En algunos países de nuestro entorno la educación es plenamente gratuita, tanto la universitaria como la formación profesional. Este es el caso de Dinamarca, donde las tasas universitarias están subvencionadas por el gobierno para todos los estudiantes de la Unión Europea, en el caso de Holanda el coste no supera los dos mil euros anuales y con buenas posibilidades de conseguir becas.

Es verdad que la vida puede ser más cara que en España, pero las ventajas que estos países ofrecen a los estudiantes son mucho más importantes que las que disfrutan nuestros jóvenes aquí. La Universidades o Academias ofrecen actividades deportivas y culturales gratuitas que permiten que, rápidamente, los extranjeros se integren con estudiantes de todo el mundo.

 

Aunque el elemento diferenciador es que, en países como Irlanda, Gran Bretaña, Holanda, Dinamarca, es muy habitual que los alumnos compaginen estudio y trabajo.

Esto se produce, en primer lugar, por razones de índole cultural pero también por el propio sistema de estudios: más flexible, menos exámenes y más trabajos grupales, menos horas de clases y más tutorías con los alumnos, en definitiva, se requiere y valora una proactividad del estudiante en sus trabajos prácticos y en sus exposiciones en lugar del examen convencional al cual estamos más acostumbrados en España.

Los sueldos para los estudiantes que quieran o necesiten trabajar son, evidentemente, mucho más altos que aquí y permiten financiar la estancia sin mayores dificultades.

El hecho de compaginar estudio y trabajo tiene otras ventajas, además de la puramente económica. Por una parte, permite una mayor y más rápida integración en el sistema de vida, facilita el aprendizaje del idioma y, por otro lado, permite conocer gente nueva de manera que la asimilación social sea más natural. Este no es un elemento desdeñable, son muchos los estudiantes que echan de menos a la familia, la comida de su casa o a sus amigos y es importante contar desde el principio con un clima familiar.

 

En Connectors Plus somos muy conscientes de ello y otorgamos mucha importancia a que los chicos y chicas encuentren rápidamente su lugar porque sabemos que, en la mayoría de los casos, esa es una condición para que la experiencia sea un éxito. Por ello nuestro equipo suele participar de manera muy directa en el proceso de integración de los alumnos.

 

En resumen, el factor económico no debe ser un impedimento para que te plantees salir al extranjero en los numerosos programas que te podemos ofrecer: desde estudiar la carrera completa, un máster, un complemento a un ciclo de FP, o un Foundation Year, un año de preparación a la entrada a la Universidad en la carrera que tu quieres, un año dedicado a prepararte en el área de estudios que has elegido para iniciar tu carrera con una muy buena base.

¿Sabes cuántos españoles marchan a estudiar al extranjero cada año?

Fueron más de 120.000 en el 2019 y la cifra crece, ¿no te gustaría ser uno de ellos?

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Carlota Bruna: del mensaje a la acción

¿Y si la comunicación fuera tu forma de cambiar el mundo? La activista y creadora de contenido española Carlota Bruna ha entendido muy bien su potencial en este sentido, por eso ha convertido su voz en una herramienta para el cambio. Con más de medio millón de seguidores, Carlota combina comunicación, sostenibilidad y educación ambiental para inspirar a miles de jóvenes a vivir de forma más consciente. Desde sus inicios en el veganismo hasta su activismo global por el clima, demuestra que la transformación también pasa por las redes: porque cuando se comunica con propósito, se genera impacto. ¿Quieres conocer más sobre su proceso como #changeMaker? De la voz digital a la acción: cuando la comunicación se convierte en movimiento Se puede iniciar el cambio antes, durante y después de nuestra etapa formativa. Nacida en Barcelona en 1997, Carlota empezó compartiendo recetas veganas y reflexiones sobre sostenibilidad cuando aún era estudiante de nutrición. Poco a poco, su mensaje fue creciendo hasta convertirse en un altavoz para miles de #changeMaker con interés en consumir mejor, contaminar menos y cuidar más. Carlota convirtió así su pasión en su propósito. El origen del propósito: la conciencia desde lo cotidiano Todo comenzó cuando, con apenas 18 años, Carlota empezó a investigar el impacto ambiental de su alimentación y su consumo. Lo que descubrió la llevó a replantearse hábitos, formarse en nutrición sostenible y usar las redes sociales para compartir conocimiento. Su viaje hacia el activismo no nació de un desastre climático, sino de una pregunta: ¿cómo puedo vivir sin dañar al planeta? ¿Cómo puedo convertir mi profesión en algo realmente relevante?Esa pregunta se convirtió en un propósito. A través de sus redes, libros y charlas, ha logrado que miles de personas se planteen lo mismo. Y ahí empezó su revolución silenciosa: cambiar el mundo desde lo que comemos, compramos y comunicamos. 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